Al entrar a la Toulouse pudimos observar una especie de museo pequeño, en la cual podíamos hallar diferentes tipos de expresión artística, como polos, cuadros y hasta zapatilla pintadas.
Al llegar a la zona del patio, vimos q muchos chicos estaban sentados en el piso y uno de ellos estaba pintando su celular, con temperas, fue algo que llamo nuestra atención, de tal manera que no pudimos evitarlo y nos acercamos a él y le preguntamos porque lo hacía, respondió con una sonrisa, que estaba aburrido, y le preguntamos si era grafitero y efectivamente, su acto lo delataba.
En el otro lugar que visitamos, la casa abandonada, nos dejo boquiabiertas desde que nos estacionamos en el carro, ya que es un solo de arte, todas las paredes están pintadas, no siempre son grafitis, pero si expresiones de la gente, y de esta forma las personas que han ido se expresan y comunican lo que desean.
Es un lugar sucio, lleno de vidrios rotos y latas usadas, utilizadas por los graffiteros. Una parte está inundada, pero igual se observan dibujos allí, algo que nos sorprendió es que gracias a ese apodo que tienen, se reconocen entre unos y otros, y a la vez, al terminar un dibujo firman con ese nombre, entonces por todas las calles se pueden reconocer.
Ejemplo: